¿Qué es la terapia contextual y cuáles son sus beneficios?

La Psicología es una disciplina en continua evolución. Como consecuencia, a las técnicas que han demostrado sobradamente su eficacia, se van añadiendo nuevas formas de intervención psicológica. En este marco,  es interesante descifrar qué es la terapia contextual, una de esas nuevas fórmulas que más terreno están ganando en este tiempo, entre otras razones por su indudable utilidad. No se trata de solo una teoría, sino de un conjunto de soluciones que se conocen también como Terapias de Tercera Generación. Sin duda, aportan un innovador enfoque en el que merece la pena detenerse.

Ya hemos señalado que, a lo largo de la historia de la Psicología, se han desarrollado distintas corrientes para abordar los trastornos mentales. Cada una de ellas, pone el foco en una perspectiva desde la que analizar el funcionamiento de la mente. Inicialmente, el interés se fijó en la conducta externa (Terapias Conductistas), luego el protagonismo se lo lleva el pensamiento (Terapia Cognitivo-Conductual), corriente predominante durante las últimas décadas. Pero, ambas comparten un objetivo, intervenir en el paciente para eliminar los síntomas que le provoca el trastorno que padece (depresión, fobia, ansiedad).

La irrupción de las terapias contextuales ha supuesto dar un giro radical a la manera de entender la intervención psicoterapéutica, porque ya no se trata de corregir o curar un conjunto de comportamientos equivocados. La persona no es un ente defectuoso, sino que actúa de forma coherente siguiendo una especie de patrón determinado por su contexto concreto. Por tanto, el objetivo no es eliminar el malestar, sino influir para que se acepte de forma natural esa emoción o pensamiento.

Es imposible entender qué es la terapia contextual sin entender ese objetivo. Desde esta perspectiva, hay que dejar de malgastar esfuerzos en controlar lo que sentimos para evitar emociones que supuestamente nos hacen daño. De hecho, el control emocional es el verdadero problema. La energía debe invertirse en actuar de forma efectiva y en consonancia con tus valores para cambiar tu vida a mejor. El problema no es la tristeza, sino que percibirla como un problema e intentar eliminarla. La idea es que aprendas a convivir de forma positiva con todo que te ocurre, no a cambiar lo que vives.

El gran paso que se consigue con las Terapias de Tercera Generación es el de dar respuestas a aquellas personas que, sin padecer ningún trastorno o disfunción, sienten un vacío emocional o existencial.  O, simplemente, aspiran a sentirse mejor. La terapia contextual proporciona herramientas para que dirijas y enfoques tu vida con mayor flexibilidad, de forma que vas haciendo ajustes y equilibrando tus experiencias en función del momento, de los acontecimientos o de tu valoración en cada ocasión. Porque de lo que se trata no es solo de vivir, sino que la aspiración es tener una vida plena.

El lenguaje es el gran protagonista, juega un papel esencial sin el que no se comprende qué es la terapia contextual. Y es que, modulamos nuestras experiencias a través del lenguaje. Pero, esta importancia lo convierte en un instrumento controvertido. Igual que puede ayudarnos a compartir conocimientos, a planificar nuestro futuro, a imaginar… puede mostrarnos su lado oscuro. Esto es, hacer que vivamos inmersos en recuerdos dolorosos, compararnos con el otro cruelmente hasta que perdemos nuestra autoestima o crear reglas demasiado restrictivas.

A través del lenguaje nos comunicamos con los demás, racionalizamos nuestras experiencias y dialogamos con nosotros mismos. Es imprescindible que manejes esta poderosa herramienta desde la positividad, fortaleciendo los lazos entre lo que haces y tus valores, de forma que te permita sentirte en conexión con tus acciones. Y, a la vez, que el lenguaje también te ayude a ser flexible con aquello que te genera malestar o dolor, para que lo puedas incorporar de forma natural al conjunto de tus vivencias.

Como hemos señalado, este enfoque contextual se lleva a la práctica con distintos modelos. Estos son los que son más populares en estos momentos:

    • La Terapia de Aceptación y Compromiso. Sin duda, es el punto de partida sin el que es imposible entender qué es la terapia contextual. Persigue que la persona alcance una vida plena enfocada en sus valores y se basa en la consciencia y aceptación de los sentimientos, además, en conexión con el presente.

    • Activación Conductual. Especialmente pensada para abordar el problema de la depresión, trabajando con el paciente el problema de la evitación experiencial para conseguir que, poco a poco, se reincorpore a su vida.

    • Psicoterapia Analítico Funcional. Con el lenguaje como principal herramienta, se busca un cambio, después de profundizar y analizar el problema. La relación comunicativa entre paciente y terapeuta es imprescindible en este método.

    • Mindfulness. Se focaliza todo el interés en conseguir la máxima conexión con el momento presente, mediante la aceptación plena. Implica la aceptación del dolor como paso previo para conectar las necesidades.

Entender qué es la terapia contextual abre una nueva dimensión sobre el concepto más convencional de la Psicología. Una forma distinta de acercarte a tu objetivo de bienestar vital que, si te interesa, podemos abordar juntos.