Toma de decisiones - Terapia para adultos en Palma

Toma de decisiones


No son el mismo fenómeno, pero sí están íntimamente relacionados. La resolución de problemas y la toma de decisiones son mecanismos complejos, aunque lo cierto es que los ponemos en práctica casi de forma automática y constantemente, de manera consciente o inconsciente. Elegimos una opción y, como consecuencia, descartamos las demás posibilidades. Incluso no elegir es ya una decisión que tomas. El riesgo a equivocarte, la renuncia a otras alternativas o la incertidumbre sobre las consecuencias son factores que te afectan y pueden, en no pocas ocasiones, provocarte dudas y minar tu capacidad de decidir.

Pero hay más. En un mundo con tantas incertidumbres como el nuestro, ¿quién quiere verse aún más agobiado con la responsabilidad que implica la toma de decisiones? En este ambiente, no es extraño que se haya puesto de moda el concepto de "procrastinar", que no es más que una filosofía de vida que se identifica con la idea de postergar las decisiones y actuaciones que no te apetecen o implican un esfuerzo, por otras más cómodas y placenteras. ¿Por qué sentarme a estudiar, cuando puedo estar tomando un café con mis amigos?

Esta actitud puede convertirse en un refugio demasiado confortable para quienes tienen dificultades con la toma de decisiones. Sin embargo, lo que parece una solución puede traerte más problemas que satisfacciones. Te invito a que dialoguemos con serenidad sobre todos estos temas. Te aseguro que estás perfectamente dotado para decidir sobre cualquier aspecto de tu vida, desde los más insignificantes a los trascendentes. Incluso, una vez que te convenzas de tus capacidades, vas a sentirte mejor con cada decisión que tomes. ¡No pierdes nada por intentarlo!

psicologo-palma

El fracaso y la toma de decisiones

Toma de decisiones - Terapia para adultos en Palma

Son múltiples las razones que bloquean la toma de decisiones de un individuo, pero hay una que destaca por encima de las demás: el miedo al fracaso. En sociedades como la nuestra, dónde se prioriza el éxito como única forma de alcanzar la "felicidad", es complicado asumir que uno se ha equivocado. Solo las personas con una sólida autoconfianza se enfrentan con serenidad y desde una perspectiva positiva a sus errores. Para la mayoría, resulta más cómodo dejar que sean otros los que asuman la toma de decisiones, mientras ellos se limitan a seguirlos.

Invertir este esquema mental es, básicamente, lo que te propongo que trabajemos en nuestras sesiones para mejorar tu habilidad en la toma de decisiones. Es imprescindible que entiendas que es un proceso de aprendizaje en el que el fracaso es un elemento imprescindible para la evolución personal y colectiva. Como sociedad, necesitamos personas capaces de asumir retos, para que todos avancemos y progresemos con los cambios. Pero, además, cada uno de nosotros necesita descubrir esa faceta suya de osado, de individuo resuelto y dispuesto a arriesgarse, sabiendo que el error es un estímulo que le inspira, y no un freno que le impida decidir por sí mismo.

Toma de decisiones - Terapia para adultos en Palma

Perseverar no siempre es la mejor decisión

Como siempre, también cuando hablamos sobre la toma de decisiones, adoptar posiciones extremas suele conducirnos a conflictos y desequilibrios emocionales. Procrastinar o negarte en redondo a tomar decisiones no es una solución que te vaya a satisfacer, ni a medio ni a largo plazo. Pero es el mismo error empecinarte en seguir un camino o una vía, por mucho que sea producto de una implicación personal, cuando estás comprobando que no te conduce a ninguna parte. Decidir parar es tu mejor opción en esas circunstancias. Y, sin embargo, esta es una faceta de la toma de decisiones que suele recibir menos atención de todos, incluidos los psicoterapeutas.

Hay una expresión que me parece especialmente acertada para transmitirte esta idea. Ese "dejar ir" que se aplica a otras situaciones, encaja a la perfección con este asunto de la perseverancia estéril que me interesa revisar contigo. Es relativamente fácil que este problema atenace a personalidades muy exigentes y acostumbradas ser el foco de atención de otras personas. Cuesta dar marcha atrás, sobre todo si es una decisión meditada. Sin embargo, debes planteártelo cuando ese objetivo tan estimulante ha dejado de tener sentido para ti. O cuando te lleva tanto tiempo decidirte que va a ser imposible ejecutar esa idea. No insistas, centrarte en ese detalle te está haciendo perder la perspectiva. Sobre todo, piensa que el tiempo también pasa para las decisiones, y hoy no eres exactamente la misma persona que hace unos años, cuando tomaste esa decisión.

psicologo-palma

Educando en la toma de decisiones

Toma de decisiones - Terapia para adultos en Palma

Los terapeutas advertimos desde hace tiempo cómo cada vez es mayor la prevalencia de personas que tienen dificultades para tomar decisiones. Un problema que se acentúa, probablemente porque no se ataja en las primeras etapas de nuestra vida. Y es que esta carencia, desafortunadamente, se empieza a desarrollar ya desde la más tierna infancia. Ni las familias, ni mucho menos los centros educativos se conforman como espacios en los que se fomente la autonomía y se valore la controversia. Y, para aprender a tomar decisiones, es esencial perder el miedo a pensar y a actuar de forma diferente al grupo.

Es evidente que no se trata de ser distinto por llamar la atención, sino porque tenemos criterios propios y capacidad para hacer que nuestras actuaciones sean coherentes con nuestra forma de pensar. Por eso, os animo como padres a potenciar en vuestros hijos e hijas la responsabilidad y la independencia. Desde luego, siempre de manera progresiva y adaptada a su edad. Pero es esencial que rompamos burbujas protectoras, que dejemos de jugar un papel de "padres helicóptero", rescatando a nuestros pequeños de cualquier problema o anticipándonos a todos sus deseos antes casi de que los tengan.

Por supuesto, tampoco les ayudas si te conviertes en el polo opuesto, lo que los psicólogos denominamos "padres tigre", aquellos que funcionan educando bajo la más estricta disciplina, con la excelencia y el éxito como únicos criterios académicos. Y mucho menos se trata de dejar a nuestros pequeños que se estrellen solos cuando toman una decisión equivocada. Siempre hay que arroparlos y, sobre todo, transmitirles confianza, hacerles llegar que nuestra opinión sobre ellos no cambia porque cometan errores. Solo así irán ganando en seguridad y autoestima, dos cualidades imprescindibles en la toma de decisiones.